Una relación sadomasoquista, una danza de poder que cuestiona la sexualidad y transgrede la norma de lo prohibido.
Todo en la vida trata sobre el sexo, excepto el sexo, el sexo trata sobre el poder
(Oscar Wilde)
‘La Venus de las Pieles’ es una película basada en la novela erótica de Leopold von Sacher-Masoch. La historia se desarrolla en un teatro e involucra solamente a dos personajes: Thomas y Vanda. Thomas es director de teatro y está realizando audiciones para su nueva obra: ‘La Venus de las Pieles’. Vanda es una actriz que acude a la audición.
A continuación se desarrolla un corto análisis de la película en base a dos textos: ‘El erotismo’, de Georges Bataille, y ‘Manifiesto Contra-Sexual’, de Beatriz Preciado.
Vanda es una actriz con corta trayectoria, pero que sorprende a Thomas con su talento. Es una mujer determinante, espontánea y seductora. Thomas es un director de teatro, culto, estricto, acostumbrado a no ser cuestionado en su profesión.
La obra ‘La Venus de las Pieles’ narra la historia de una pareja de jóvenes, Vanda y Severin, que tienen una relación sadomasoquista.
Al inicio, Vanda (la actriz) critica este tipo de sexualidad. Considera a la historia como sexista, pornográfica y violenta. El discurso de Beatriz Preciado se manifiesta en el reclamo que hace Vanda a las prácticas heterocentradas en las que el hombre es dominante y la mujer sumisa, en las que se considera al pene como órgano privilegiado, y las que refuerzan la idea de que la mujer es un medio de reproducción, anulando sus derechos y eliminando la equidad de género.
Thomas, por otro lado, cataloga la obra como una historia de amor entre dos jóvenes. Aunque suene contradictorio, su discurso también toma elementos de Preciado. Thomas cuestiona la sexualidad socialmente establecida como natural, y propone un tipo distinto de sexualidad: el sadomasoquismo. Las prácticas sadomasoquistas son herederas de la sociedad contrasexual, ya que cuestionan el poder implícito y no verbalizado, característico de las relaciones heterocentradas. En las relaciones sadomasoquistas se establecen contratos de poder entre sus miembros, reinterpretando y verbalizando sus roles. Ambos personajes proponen formas de placer alternativas, naturalizando aquellas prácticas que constituyen excepciones a la regla.
La película es una danza entre ambos personajes y entre los personajes que ambos interpretan en la obra de teatro. De manera genial se alterna entre la realidad y la fantasía. Como establece Georges Bataille, el erotismo es un juego entre lo prohibido y la transgresión, es decir, entre la realidad que plantea la norma y la fantasía que permite transgredir la norma. A lo largo de toda la película, Vanda y Thomas alternan entre ser ellos mismos con ser los personajes que interpretan en la obra, alternan su actuación en base a un guión con elementos de su propia sexualidad.
Vanda y Severin tienen una relación sadomasoquista, Vanda/Vanda en el rol de ama y Severin/Thomas en el rol de esclavo. Además, Severin tiene un fetiche por las pieles. Su tía, quien le introdujo en el sadomasoquismo, usaba pieles, y al ser ella su Ama, él la busca en cada mujer.
De manera gradual y espectacular, Vanda se va apropiando de su papel de ama y Thomas se va apropiando de su papel de esclavo. Esta relación dominante/sumiso, ama/esclavo se manifiesta en el erotismo entre ambos, en su actuación, en la logística de la obra y en su forma de posicionarse frente a la misma. La relación de poder entre ambos trasciende el escenario y se extiende a la vida real de los actores.
Es interesante cómo Vanda lleva el mismo nombre que su personaje en la obra. Se puede inferir que su posición dominante es algo propio en ella que se manifiesta libre y gradualmente a lo largo de la audición. Por otro lado, Thomas permanece en una lucha entre mantenerse como Thomas o dejarse llevar por Severin, es una lucha entre acatar la norma o transgredirla.
Bataille es muy claro al establecer que el erotismo moviliza la vida interior del hombre, lo desequilibra y plantea en él un cuestionamiento consciente sobre sí mismo. Lo que en un inicio parecía una sencilla audición para una obra de teatro, movilizó y transformó a los actores. Se esconden tras la fachada de los telones de una obra de teatro y la utilizan como mecanismo para transgredir la norma sin culpa y sin angustia. Una culpa y una angustia determinadas por la norma de la sociedad heterocentrada, las cuales anulan a la sociedad contrasexual.
Al final de la obra y de la película, se puede ver cómo Vanda adopta completamente su personaje de ama y se transforma en Venus, una diosa romana, reina en un mundo de esclavos. Thomas renuncia a Thomas y acoge a Severin, esclavo de una mujer, siervo de una diosa. Así le entrega su lealtad: “te entrego poder absoluto, haz de mí lo que quieras, domíname, pégame si es tu deseo...redúceme a la nada... no hay nada más sensual que el dolor, nada más excitante que la humillación”.
“Y Dios lo castigó poniéndolo en manos de una mujer”. Con esta cita inicia y finaliza la película, y refleja la norma y la transgresión de lo prohibido, que trae castigo, angustia y culpa, pero que al mismo tiempo produce fascinación y placer.
Bibliografía
Bataille, G. (2007). El Erotismo. España: Tusquets Editores.
Preciado, B. (2002). Manifiesto Contra-Sexual. Madrid, España: Editorial Opera Prima.
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